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Todo suele suceder por una causa que no logramos descubrir de inmediato; Al final, no hallamos casualidad sino causalidad

martes, 28 de diciembre de 2010

La tumba de los Hechiceros: Primera parte

 

PORTADA OFICIAL DE LA TUMBA DE LOS HECHICEROS

 

A todos quienes me han seguido y me siguen, acompañando mi imaginación, y mi locura.

 

Prólogo

El mundo de entonces era muy distinto al que alguna vez se había conocido. No existía nadie del que se sepa, que tenga conocimiento sobre el antiguo mundo, allá en el lejano pasado, antes del cataclismo. Sólo rumores, mitos, leyendas... nada que pueda ser tomado como verdad, ni como mentira.

Lo que sí sabían todos era que el cataclismo había acabado con casi toda la humanidad, así lo pensaban fervientemente por las ruinas, objetos olvidados, algunos libros y cadáveres en estados lamentables. Todo aquello demostraba que nuestra raza había sufrido de un profundo y doloroso cambio, uno que nos obligó a serpentear por los rincones más fríos del mundo, escapando de la extinción, escapando tal vez, de nuestro destino, y luego, con pasos inseguros y tambaleantes, salimos de las cuevas, de los refugios, y según cuentan los más ilustres ancianos, reconstruimos todo lo que pudimos, pero fue imposible, pues el cataclismo no sólo fue devastador, sino que también nos arrebató mucho conocimiento, y así, desde las ruinas, la humanidad se alzó, con la cabeza baja, sin presumir de "Ser superior". 

Pero, lo que realmente sucedió en el cataclismo, es incluso una oscura huella para incluso los ancianos más sabios, aquellos que guardaron por generaciones los testimonios de los ancestros, los supervivientes, los que iniciaron una nueva era en la historia de la humanidad.

También se sabía que el planeta, antes del cataclismo, tuvo no 2 como ahora, sino 5 continentes. Por lo visto, el cataclismo es algo que va más allá de la imaginación de cualquiera, pero no importa lo que haya podido suceder en el pasado, el instinto humano nos llevó a todos a crecer, a luchar, y a resurgir.

Sin embargo, no sólo los humanos surgieron en el nuevo mundo...

Algunos hablan sobre sombras sin nombre, sobre poderes que antes se creían imposibles, y que ahora anidan escondidos, observando cómo damos nuestro paso por la vida, observando cómo vivimos, y cómo morimos. No son seres, dicen algunos que aseguran haber presenciado estas entidades, sino "energías"... algo que hace miles de años, pudo conocerse como "magia". Otros aseguran que estas "energías" se refieren a un Dios, uno del que se sabe por libros conocidos como "Biblia", libros que en su momento, fueron el pilar de una gran religión, que según los que se apegaron a ella, mantuvo al antiguo mundo unido, y que debería unir este nuevo, para seguir un camino de salvación.

Pero el mundo ya no siente simpatía por la unidad, no el de ahora. Ambos continentes, sin importar cuán cerca puedan estar, tienen sus diferencias. Por un lado, está el continente de "África", gran potencia mundial que, irónicamente, dicen que antes fue un lugar desgraciado y condenado. En el oriente, se encuentra "Europa", bastante cercano al primero, conocido por sus ruinas y antigua arquitectura, que por lo visto, no tiene ningún antecedente de haber sido muy distinto a como es ahora. 

Mapas del anterior mundo indican que al oeste, en la lejanía, existieron otras tierras, al igual que más allá de Europa... Pero muchos viajeros han emprendido expediciones sin jamás regresar... por lo que Europa y África son las únicas tierras existentes en el planeta.

Sin importar lo que haya despertado junto a la nueva humanidad, no pasará mucho para que los gobernadores empiecen a codiciar, y entonces, de nuevo se librarán arduas campañas para llegar a la cima, ya que algo que no ha cambiado en nosotros, cuentan los ancianos, es la sed de poder, y la avaricia. Incluso dicen, que es muy probable que haya sido la misma "humanidad" que haya conducido todo a las ruinas. 

Tal diversidad de ideas, ha generado la separación social en ambos continentes. El tema principal de discusiones ha sido el cataclismo. Puñados de hombres de ciencia especulan sobre el pasado, investigando sin poner límites, excavando en los recuerdos del mundo, buscando cualquier detalle que pueda revelar algo preciso.

También se han formado grupos de sabios, buscadores de la verdad, y hasta grupos religiosos han estado creciendo con gran velocidad.

Sin embargo, el más claro ejemplo gremial, podría ser "El castillo de los Justos". Con el "Gran Señor Monéster" a la cabeza, el Castillo de los Justos conforma la sociedad con más influencia en ambos continentes. Es, de hecho, el único lazo entre ambas tierras, que pretende mantener el orden y equilibrio, evitando confrontaciones y descontentos. Algunos los consideran un faro para la humanidad, otros simplemente arrojan sus críticas sobre ellos. Son personas muy espirituales, y desde que supieron de ellas, han estado en busca de aquellas "energías" que tantos rumores han esparcido. En efecto, son los únicos que se han atrevido a hacerlo por ahora, puesto que tanto el gobierno Africano como el Europeo, tuvieron un asunto mucho más delicado que atender...

Los Justos aconsejaron a los gobernadores que sería conveniente mantener una monarquía que pueda ofrecer estabilidad en sus regiones a una democracia como algunos libros antiguos señalan, ya que "Otorgar libertad al ser humano para decidir sobre ciertas políticas, sería de hecho, hablar de libertinaje; Las masas no están hechas para gobernar, sino para contribuir".

El Gran Señor Monéster, Adolf Sabio, era un hombre con bastante elocuencia, elegancia y de porte inspirador. Se decía que su misma mirada inspiraba confianza, motivo por el que ambos gobernadores escuchaban sus palabras con mucha atención, incluso pidiendo su consejo en variadas ocasiones, aunque para otros, era un simple manipulador que pretendía jugarse a ser Señor del Mundo, tomando por ingenuos a ambos gobernadores, Aldor Magnífico de África y Einrich Valiente de Europa. 

Los apellidos entonces eran sobrenombres que se le daban a las personas de acuerdo al atributo que la familia veía o deseaba que tuviesen a lo largo de sus vidas. Así, una mujer podía llamarse Elvira Elocuente mientras un hombre Hidalgo Bárbaro. En ocasiones, el apellido era arrebatado de las personas y cambiados por las mismas gentes, un suceso peculiar que ocurría si el atributo de la persona resaltaba bastante y no encajaba con su actual sobrenombre. 

El Gran Señor Monéster, Adolf, había nacido con el apellido "El Inquieto", ya que su madre ansiaba con que fuese un hombre de aventuras y viajara por el mundo, pero luego de su posesión como líder del Castillo de los Justos, los pueblos, reinados y los mismos gobiernos empezaron a llamarle "Sabio" por su sobresaliente intuición y habilidad para resolver conflictos, misterios, y hasta complejos acertijos en sus tiempos libres.

Entonces, podía decirse que el mundo avanzaba con cierta tranquilidad, a lo largo de los años, y los siglos, hasta que surgió el delicado asunto que involucró a ambos continentes, una amenazadora fuerza que casi nos devuelve a los abismos del olvido...

Fue hasta el año 1.500 de la era Nueva que la humanidad vivía en profunda armonía con la naturaleza. Vivían de la agricultura, pesca, y el intercambio como sistema de economía. África se adelantó y empezó con la Industria y la Fábrica, conocimiento que adquirieron gracias a libros rescatados de los escombros. Hasta 1.900 su tecnología fue deficiente y poco productiva, pero entonces, lograron "re-descubrir" la pólvora, el uso del petróleo, minería y otras formas más de explotar la tierra y sus recursos. Y entonces, empezó.

África erigió enormes construcciones y empezó a desarrollarse de manera increíblemente rápida. El Monéster Adolf Sabio quiso detener estas acciones, ya que muchos ancianos le habían mencionado sobre los grandes peligros de disturbar la naturaleza y también le mencionaron de algo llamado "Contaminación". Aunque nadie en el mundo sabía exactamente qué era, tenían por legado de testimonios que uno de los orígenes del cataclismo fue la contaminación.

Más aún, Aldor declaró que su Gobierno no escucharía más al Castillo de los Justos, no accedió a detener las talas de árboles y la quema de bosques para instalar sus fábricas. De hecho, fue de esa manera que surgieron los rumores sobre las "Energías" existentes en el mundo, esa "magia". En ocasiones, al invadir los infinitos y profundos bosques, los obreros africanos tropezaban con manifestaciones muy peculiares y estremecedoras, y estos rumores se esparcieron por todo el mundo, incitando incluso al Castillo de los Justos a investigar dicha "magia" por su parte, aislados del reciente problema que no paraba de crecer. Aldor no se detuvo, siguió y siguió... por 60 años, no paró de extraer petróleo de las tierras, quemar bosques enteros y levantar sus nuevos castillos, salidos del hierro, carbón y fuego. Creó en secreto armas potentes gracias a la pólvora, también bombas y armaduras. Fue por eso que se África se nombró a sí misma como Potencia Mundial. Todo con una velocidad increíblemente asombrosa.

Con el paso de los largos años y la acelerada producción de África, los cielos del mundo se cubrieron de nubes opacas y negras, y llovía cenizas. El aire se hacía pesado, y fue cuando Einrich, gobernador de Europa, decidió intervenir. Haciendo a un lado por completo al Castillo de los Justos por no hacer nada durante casi un siglo y dejar que eso crezca tan gravemente, advirtió en persona a Aldor que le declararía la guerra si no detenía sus atroces acciones.

Se dice que Aldor intentó convencer a Einrich de unirse a su campaña, seguramente por los bastos bosques que poseía Europa, pero el gobernador se opuso fuertemente, y Aldor le dio la espalda.

Durante 1 año, Einrich mandó a sus mensajeros, advirtiendo a Aldor, y luego de tantas insistencias, un mensajero, llegó con una respuesta. Einrich, esperanzado, tomó el pergamino para leer su contenido... mas éste decía:

"Trae tus tropas, amigo. Te estamos esperando. Pero te aviso, todas tus tierras serán mías"

Fue decisivo, El Monéster Adolf no pudo hacer nada, África había declarado la guerra a Europa, y ésta iba a responder. Se levantaron las espadas y las lanzas, los escudos y los arcos. Y El gobernador Einrich, dirigió sus tropas con la esperanza de lograr la victoria por su causa... Pero Aldor había hallado la pólvora del antiguo mundo... y la usaría junto a sus potentes armas. De hecho, el motivo de la guerra para él, fue probarlas.

La primera guerra mundial de la Nueva Era...

Todo salió fuera de control incluso para Aldor, que tardó demasiado en ver el daño que había causado al mundo. La guerra acabó con miles de familias, pueblos y reinos. Todo era escombros... todo era como había sido al principio, justo después del cataclismo. El horizonte estaba cubierto de escombros, sangre y cenizas. El silencio reinaba en los dos continentes... casi 2.000 años de lucha por recuperar un mundo mejor fueron destruidos en cinco.

Entonces, Aldor, finalmente, propuso declarar la paz. Juró solemnemente detener toda industria y reponer los daños. Y Einrich, se dice que con lágrimas, aceptó y prometió ayudar en la reconstrucción del mundo.

Pero no era tarea fácil...

Pocos reinados quedaban en pie... la mayoría habían sido aniquilados.

La desgracia tomó el mundo y lo despojó de todo lo bueno...

No quedaba casi nada... había que empezar todo de nuevo...

Y Es aquí... donde empieza nuestra aventura...

Es aquí, en medio de la desgracia, la lamentación y los llantos, que inicia el relato de una historia muy peculiar... muy distinta a otras.

Aquí, comienza el relato de la historia de un hombre, y una mujer, que cargarán con algo más que sus propios destinos, llevando más allá de las lejanías un relato que perdurará en los corazones de muchos.

Aquí, inicia.