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Todo suele suceder por una causa que no logramos descubrir de inmediato; Al final, no hallamos casualidad sino causalidad

viernes, 31 de octubre de 2008

Los celos de Sebastián


Sebastián se deslizó por la sala, tropezando y golpeándose con las paredes, soltando un llanto desesperado, echando gritos de angustia... pór su detrás, podía oír que lo llamaban, lo seguían, pero no hacía caso, seguía su rumbo.

Ingresó a la cocina, tomó un cuchillo, no quiso vivir más... se ahogó en la ira y angustia de un amor fracasado... una vida fracasada. Lo último que sintió, fue el filo del metal que cortaba su cuello, una fría caricia que daba fin a su sufrimiento... sintió frío, no podía hablar ni oír nada... veía todo pasar lentamente frene a sus ojos... se hacía borroso, no podía respirar....


Gabriela había recibido una llamada inesperada, de aquellas que te sorprenden con un sobresalto, de aquellas que nos arrebatan la tranquilidad y nos hunden en sentimientos que creemos haber enterrado ya.

Cristian... su voz había cambiado, sonaba distinto, no parecía ser el mismo muchacho de secundaria, ahora era un hombre.


La llamada de Cristian despertó un sentimiento oculto en Gabriela, no es que a un primer amor no se lo olvide, sino que aquellas memorias perduran en silencio; por que, a todos nos gusta fantesear de vez en cuando con nuestro primer amor, nuestro primer beso... recordar esa primerza caricia o el prime roce de piel; no es que se vuelva a sentir, sino que recordamos cuán bien se sentía.


Cristian quería verla, después de abandonarla y viajar por el mundo, quería volver a verla, y no es que Gabriela quería verlo también, pero sentía curiosidad, esa curiosidad que te hace preguntarte cómo estará o donde, o si piensa en tí a veces, si también recuerda... como a veces tú lo haces.


Gabriela aceptó.... hace mucho que no había visto a Cristian, sería divertido conversar un poco. Horas después, Gabriel se encontraba arreglándose lo mejor que podía... por qué? ¿Acaso quería dar buena impresión a quien una vez amó?.... Ni ella lo sabía, pero por algún motivo, llegan momentos en los que nos gusta mosrtar lo bien que nos vemos a quienes una vez fueron nuestras parejas, no por coqueteo, sino por hacer que la persona, en parte, nos desee, o se fije en nosotros, y diga "Se ve bien"... es un instinto humano, todos lo hacemos.


Poco después el timbre sonó... Gabriela se apresuró en abrir la puerta y ahí estaba, un hombre esbelto de cabellera negra, tez blanca y ojos verdes; Cristian... el primer amor.

No es necesario explicar qué dijeron o cómo, por que ambos intercambiaban la misma mirada; Esa mirada que dice "¿Recuerdas tantos hermosos momentos?..."

Las miradas se fundieron con más intensidad, no es que hayan sentido algo, sino que simplemente recordaron cuán bien se sintió una vez...

Pero entonces, Cristian quiso algo más que recordar, quiso reencarnar una memoria, un momento, un suspiro, una sonrisa, un te quiero...

Se acercó a Gabriela, temiendo que ponga resistencia pero no lo hizo; somos débiles ante quienes amamos una vez, y más aún, ante el primer amor.

Sus labios rozaron los de Gabriela... un momento de nervios y susto en el que nos preguntamos ¿Esto está bien?, pero Gabriela sostiene a Cristian entre sus brazos... Sí, está bien.

Pero había algo que Gabriela no había previsto, algo que no sabía... todos somos imperfectos. Era Sábado...

La puerta se abrió, y por ella entró un hombre, tranquilo y apacible... era Sábado, Gabriel no lo había previsto... Sebastián volvía temprano del trabajo los sábados...


Sebastián obsrevó al hombre extraño invadiendo el cuerpo de su amada; Era extraño y confuso.. ¿Se habría equivocado de casa?... ahí estaba... los brazos enredados, los labios húmedos... y pronto, la mirada de terror en Gabriela.


Sebastián sintió una punzada en el corazón; el aire le faltaba, un peso q le cayó como una enorme roca...

Gabriela comenzó a explicarle, hablarle... excusas, que nunca faltan, pero Sebastián no podía oír nada...

Su mundo se había paralizado por completo... comenzó a preguntarse miles de cosas ¿Quién era él?... ¿Por qué? ¿Por qué la gente se promete amor? ¿Por que le tuvo que pasar a el?.... tantas cosas que podían explicarse solo con una palabra: Celos



Se deslizó por la sala, tropezando y golpeándose con las paredes, soltando un llanto desesperado, echando gritos de angustia... pór su detrás, podía oír que lo llamaban, lo seguían, pero no hacía caso, seguía su rumbo.
Ingresó a la cocina, tomó un cuchillo, no quiso vivir más... se ahogó en la ira y angustia de un amor fracasado... una vida fracasada. Lo último que sintió, fue el filo del metal que cortaba su cuello, una fría caricia que daba fin a su sufrimiento... sintió frío, no podía hablar ni oír nada... veía todo pasar lentamente frene a sus ojos... se hacía borroso, no podía respirar....

viernes, 3 de octubre de 2008

Las heridas que no sangran



II


Los silencios






El hombre del nomre que amo


Sigue sentado


Me da la espalda


No me mira


Ni tampoco habla


-O suspira




Pero es también


Por que yo no le dejo hacerlo




Se queda mudo


Por que lo callo


Que queda inerte


Por que lo paralizo


Se aleja


Por que lo empujo


Y lo empujo


Por que quiero que me extrañe




El nombre que amo


Es el que no puedo pronunciar


El que no importa los tiento


Nunca saldrá




Ese conjuro prohibido


Puro y hermoso


Por eso


-mio no es




El hombre del nombre


Es hermoso, inocente y benevolente


E S A J E NO A M I


Pero así como yo me siento de él


Quiero se se siente de mí


Aunque no lo merezca....


... Aunque no me merezca




Doy saltos den vez de caminar


Por eso


Tropiezo


Por eso, las caídas duelen


Pero no tanto


Como caer siempre en lo mismo




Pero ya he caído


Por eso ando en el abismo


De donde veo una espalda


Que me ignora por que lo he decidido así


Por que no puede caer....


... Por que no se puede evitar no hacerlo




Por eso


-Rondo


Sin rumbo


En círculos


Por ese abismo....






miércoles, 1 de octubre de 2008

Las heridas que no sangran

Recientemente he estado trabajando en nuevos poemas que denotan ciertas experiencias que tuve en la vida. Y uno de mis poemas preferidos, es el que justamente puse aca. Es un poema en varias partes, y esta es la parte primera; Si ponen atención, podrán pillar la historia.


I

"Las coincidencias"


He silenciado una voz,

La callé por ser mía,

Por que así como era mía

Esa voz

Era ajena a mí


Una voz que grita un nombre

Un nombre pronunciado

Un nombre ajeno, lejano

Distante

Que no es de nadie;

Pero mío

Un nombre que acalla

Y quiere


Un nombre que vuela

Que viene

Y se pierde


Es un nombre que canto de dormido

Dos sílabas que me escupen

Que me persiguen

Sin que yo huya


Un nombre que susurran mis fantasmas,

Escucho el grito pronunciar:

A M O R

Y luego el grito se pierde

Se aleja

Muere...


Entonces,

El nomre se cubre en la niebla,

Se esfuma en mis pensamientos

El nombre.... huye de mí...

Es cuando silencio esa voz

La acallo

La ahogo

Y luego, me ahogo yo


Y cae la lluvia

Golpean gotas pesadas mi cuerpo

Punzantes, dolorosas

Duelen..

Por que esas gotas

Son sus lágrimas


Un ardor recubre mi sangre

Y siento palpitar mis venas

Palpitan de dolor

Fusiono ese deseo

Con el dolor

Y sale, en mezcla

Una demente soledad


Pero luego, la voz vuelve

Regresa

Nace

Y-me persigue


No huyo, y me sigue

No la llamo, y aparece

La voz qu mato

Renace

y

Me persigue


Luego, lo veo...

Al hombre del nombre...

Veo su espacio

Veo su tiempo

Veo su vida... y

-su inercia


Lo veo sentado en una silla; Pero una silla...

.... Sin espaldar

Por que le gusta caer...

O por que no puede evitarlo


Y, ahí, abajo en su abismo:

Estoy yo

Aunque grito

y

¡G R I T O!

No me oye...

La voz no me oye,

Me ignora,

No puede sentirme....

Y el nombre tampoco, ni el hombre del nomre,

Lo veo sentado

Desde ahí abajo


Tan solo una espalda;

Solo veo una espalda.

No me mira


Y luego, entiendo

Lo comprendo

Aunque no lo acepto,

Ni lo asimilo


Por que, para mirarme

Aquél hombre del nombre

Debe voltearse de su silla

Y...

C..A...E...R........


Solo así, cayendo hacia abajo

De su silla...

Podrá verme...


Entonces me qudo, viendo la espalda....


El hombre del nomre que amo...

MI PRÖXIMA OBRA

-DARÄTDHUREL-
Aliento de dragón
"La piedra del hechicero"
Al fin he puesto en marcha la redacción de una nueva novela que ofrecerá mucho; Ua novela fantástica y épica donde la imaginación fluye como el viento, esta vez, dando un papél importante a los legendarios dragones que, en un universo totalmente desconocido y nuevo, mantendrán una ardua lucha junto con la participación de miles de criaturas míticas.
Espero que quien lo lea disfrute, por que ha sido un trabajo de mucho esfuerzo, y lo más difícil ha sido conseguir los derechos para poder publicarlo libremente.
Espérenlo.
*Derechos reservados de cualquier tipo de publicación del autor

domingo, 20 de julio de 2008

El misterio de Eonora


Se sentó a leer la carta con cautela. Respira profundamente, se frota la frente -está nerviosa- tiene un leve presentimiento. Sabe lo que la carta dice, no es necesario leerla. Aún así, sujeta el papél con sus dedos, húmedos por el sudor. Solo una cosa podía estar escrita, solo una cosa podría explicar la existencia de dicha carta; la cama destendida, el ropero entreabierto y un montón de cosas de la casa ausentes.

-No, no era un robo, era algo peor.

Temblaba... sus dedos temblaban; Una inquietante lágrima acarició su mejilla. ¿Qué error habría cometido? Antes las cartas le habían encantado, pero ésta vez no; Aquella vez le tenía miedo a la carta, a su contenido, a esas palabras escritas que esperaban ser paseadas por su vista. No lo haría, no quería.

Dejó caer el papel sobre la mesa, se incorporó y recorrió toda la sala en busca de algo que le faltaba... no estaba.

-Era su felicidad lo que buscaba, pero no la encontraba

¿Dónde?¿Cómo?¿Cuándo?.... uno juega a ser ignorante por que no quiere aceptar ciertas realidades, ciertas verdades. Somos humanos-es normal. Y ella, ella no quería aceptar lo que ya sabía. Podría incluso admitir que estaba muerta, pero no admitiría que aquello había sucedido...

Sirve un vaso de agua, lo bebe despacio; Un intento de buscar tranquilidad...

Nuevamente pasa su palma por la frente y la mejilla... no entiende, no quiere entender. Sus ojos no pueden evitar mirar la carta que sigue sobre la mesa, llamándola... pero no quiere escuchar. No quiere admitir la cruel y fría verdad.

Pero la carta sigue ahí... esperando paciente.

No puede evitarlo, no quiere esperar más; Sabe lo que el papél dice, pero aún así, sabe que debe terminar ese angustioso momento; no puede retener el placer de sufrir; A todos nos gusta de alguna manera el dolor, a todos nos gusta ser dramáticos, a todos nos gusta imaginar escenas dramáticas de nuestras vidas en las que somos crueles víctimas... y cuando de verdad llegan esos momentos, nos encontramos en momentos duales; Nos agrada ese dolor, pero no más que cómo nos duele... somos masoquistas por naturaleza; de otro modo no seríamos humanos.

Ella recuerda que es humana, sabe que ese sufrimiento viene por mal y por bien. Debe leer la carta...

Se asoma, nerviosa y con lágrimas resbalando por las mejillas. Vuelve a sentarse, observa el papel, está ahí, indiferente ante el daño que su misterio puede significar.

Lo toma entre los dedos... cierra los ojos y toma un profundo respiro. - Es hora - dice en un pobre y casi muerto susurro.

Sus ojos van paseando por las líneas formadas de aquellas palabras hechizadas, maldecidas y condenadas.

Es inevitable... es cierto; Sabía lo que la carta decía aún antes de leerla; pero debía saciar su masoquismo, su sed de sufrimiento, y su temor.

Termina de leerla... sonríe; Siempre supo que pasaría, al menos lo temió por varios momentos; lo supo en cuanto entró por la puerta; las cosas mal acomodadas, algunas desaparecidas. La habitación destruída; el ropero entrabierto con un montón de ropa ausente. No estaban las camisas ni las corbatas, los pantalones ni la ropa interior. Los zapatos, varias fotos, y pequeños detalles que formaban parte de un tesoro que había aprendido a compartir. Solo esa carta... solo eso quedaba.

Quizá debió ser más realista -o menos pesimista- quizá ese fue su error; vivir demasiado en un futuro y ausentarse en el presente. Pero ahí está; la cruel verdad. Le cuesta admitir, aún no quiere aceptar; Y no lo hará.

Sumergida en miles de cientos de recuerdos, camina apresurada hacia el dormitorio. -Ojalá siga ahí, que no se lo haya llevado- piensa para sí misma. Rápidamente se desliza por la habitación hacia la mesita de noche; Abre el pequeño cajón; ahí está. Sabía que le dejaría ese obsequio, por que sabía que lo necesitaría... primero lo revisa; está en perfecto estado y aún tiene dos balas.

se sienta sobre la cama... comienza a reír a carcajadas.. pero luego su risa se convierte en un desesperado llanto. No deja de recordar.. los besos, las risas, las aventuras, las promesas de amor... el anillo de matrimonio; el hijo que lleva dentro -él no lo sabía aun- pero será mejor para la criatura no conocer el mundo si no tendrá a su padre.

Quizá tuvo una amante, quiza encontró a alguien mejor que ella... lo amaba, demasiado, y lo sigue amando; por ese mismo motivo es que entre su incontrolable llanto y su dolor, miedo y furia, sostiene el arma con ambas manos. Cierra los ojos; La última imagen que tiene, el último recuerdo, es del día anterior; cuando lo notaba indiferente y vacío, como si no quisiera estar con ella, cuando se le acercó y le dijo -te amo- pero él no respondió.

Entonces, sus dedos empujan el gatillo y lo único que siente es un ensordecedor estruendo seguido de un dolor punzante en el pecho. Cae de espaldas sobre la cama. Observa el techo.. recuerda que después de hacer el amor, quedaban prendidos del techo, conversando y jurándose amor eterno... le duele, le duele demasiado... le duele más que la bala incrustada en su pecho. Deja de sentir... tiene frío.. su cuerpo no responde... hubiera querido ser madre... pero ahora se lleva a su hijo consigo.. queda ahí, quieta; ya no siente nada... da un ultimo suspiro... y luego... nada.

sábado, 7 de junio de 2008

Una breve nota


Hace pocos minutos revisaba un poema escrito por una amiga, en cuyos versos encontré una frase que me llamaba mucho la atención.

Decía la frase (cito): "Es lo que a todos les falta y que atí te sobra...". Lógicamente se trata de un poema romántico, que sin lugar a dudas, describe la unificencia de una persona especial, particular y específicamente de quien se llega a querer o amar (querer y amar son similares, pero no iguales).

Gocé de esa expresión, del manejo de palabras en aquella frase, del intento de denotar aquella desesperada y a la vez humilde necesidad de la otra persona, del halago que es a su vez, el motivo por el cual compone el poema; Amar a alguien, por que tiene de sobra lo que a todos le falta, esa chispa que no se puede ignorar, ese "eso" que de hecho no se sabe qué es exactamente, pero que está ahi como un emputante mosquito que no deja de volar alrededor de tu cara.

Y, me retiene la infinita duda de saber cuál es el secreto de esa frase, saber a qué se refería mi amiga cuando de segura estaba sentada en el umbral de su habitación, con los ojos hinchados por estudiar tanto y darse un corto tiempo para escribir un poema hasta que se le vino esa frase, preguntarle donde se halla el norte y sur de esas palabras.. "lo que a todos le falta pero a ti te sobra"

Me ha venido la curiosidad de saber, si lo que describe en su poema es lo que yo pueda interpretar, o querer interpretar (son dos cosas diferentes) puesto que me ha venido la sorpresa de la vida, de estar enamorado, y de haber encontrado eso que a todos les falta, pero que a la persona que amo le sobra.

Acaso mi amiga me confiese su secreto, o acaso me diga que ya lo descubri al enamorarme.. sin embargo, preferiria quedarme con mi verdad, con mi realidad, y considerar que lo que yo interpreto de esa encantadora frase, es verdad.

martes, 25 de marzo de 2008

La moneda


¿Cómo es que suceden las cosas? Cualquier día despertar, sin saber que quizá, ya no habrá un anochecer; Levantarse de la cama, servirse un café, alistarse para salir a trabajar, o a clases; Todo tranquilo, todo normal.

Al mediodía, ninguna novedad... todo ha transcurrido como suele ser cotidianamente... sin preguntarse siquiera si todo pueda cambiar repentinamente. Sales de la oficina, del colegio o la universidad, piensas en almorzar algo rápido por que tienes mucho que hacer, caminas con desgano y cansansio. Estás a punto de cruzar la calle hasta que lo sientes; El filo de la navaja que amenaza tu espalda. Un ahogado suspiro corre por tu garganta, un grito mudo de desesperación ¿Qué es? ¿Por qué? ¿Quién?...

- Quédate en silencio y no hagas ningún escándalo, por que de otro modo te quitaré la vida.

Es una voz masculina y ronca, se acerca otro a tí; Son dos.

- Veamos qué traes hoy

Miras con pánico a tu alrededor; No hay nadie, solo unos cuantos niños traviesos a dos cuadras que juegan corriendo y gritando; De todos modos nadie sospecharía, la navaja está acomodada en tí muy disimuladamente, y el que revisa tus cosas lo hace como si simplemente estuviese buscando algo que olvidó darte... nadie se daría cuenta.

Comienzas a hacer memoria ¿Qué traías esa mañana? ¡Desgracia! Encontraron los 100 dólares del contrato... o del sueldo, o para comprar el celular de tu hermana. El tipo se los embolcilla, al momento extrae el iPOD... no importa, comprarás otro. Pero ahí está, aparece repentimanete entre sus dedos mugrosos y gruesos, tu pasaporte, tus documentos, tu teléfono móvil, el libro que recién acababas de comprar el día anterior....

Quieres gritar, abalanzarte al desgraciado, pero no puedes, en casa te esperan, te espera tu familia, y arriesgar tu vida por algo material no parece valer la pena... te quedas quieto, observas, callado, tieso, nervioso... simplemente observas.

Y entonces, se alejan, conversando y riendo, claro; Antes te dan la amenaza, conocen tu oficina, universidad o colegio, saben donde encontrarte si armas el escándalo, saben como ubicar a tu familia, quizá eso ya no es cierto... pero es una amenaza, y no suena nada sutil ni liviana. Se llevan todo, riendo y jugando, doblan la esquina hasta perderse.

Sigues quieto, observando, en silencio, ensimismado... de cómo, por qué, por qué a tí... te quitaron hasta la billetera... das un paso en sentido contrario, no se te quita ese terror, esos nervios... te asomas a una tienda, le ruegas a la señora que atiende prestarte una llamada, y le explicas que te han asaltado. Qué gentil señora, incluso te ofrece un vaso de agua después de prestarte dos llamadas, uno a tu casa, y otro a tu oficina o algún compañero de colegio o universidad; A tu mejor amigo, preferentemente.

una hora después, estás acostado en tu cama de espladas, intentas tranquilizarte. Metes las manos a los bolsillos, tus dedos rozan con un frío metal, lo sacas, y con sorpresa lo ves; Una moneda de 5 bs.

Entonces te ríes, te ríes con lágrimas en los ojos, te ríes a carcajadas... entra tu esposa, tu madre o tu hermana a tu cuarto, te pregunta por qué la risa, y más aún, después de haber sido asaltado.

Tú la miras, con el llanto contenido y la risa incontrolable, y le dices:

- Es que no se han llevado esta moneda, mujer; Se olvidaron llevarse estos cinco pesos.



-FIN

viernes, 25 de enero de 2008

El rompecabezas


Bernardo llegó llorando a su apartamento. Ni bien había logrado abrir la puerta de su habitación se dejó caer sobre la cama. Echó gritos desesperados como un pobre niño que se pierde en la ciudad y no sabe a donde ir. Los recuerdos de miles de momentos recordados corrían velozmente por su mente, destruyéndolo a la misma velocidad, deteniéndose más en los angustiosos momentos y dejando pasar como un rayo los eufóricos.
- ¿Por qué, victoria? ¿Por qué? - sollozaba con la voz ronca, el rostro hundido en la almohada, mojada por las inconsolables lágrimas. Y es que comenzaba a pensar que el amor era peor que cualquier cosa que pueda existir en el mundo, quizá igual de fea que la política: Llena de mentiras y traiciones, sostenida en puñales por la espalda y acciones por simple interés, nada de preocupación ¿O acaso una pizca de humildad? El concepto de amor que en un momento para él había sido de pura armonía, pasión y alegría, se había esfumado tan rápido al contemplar la escena de Victoria haciendo el amor con Carlos. Los gemidos de excitación y placer, Carlos tendido sobre el cuerpo de su amada Victoria, quien enredaba al amante entre las piernas a medida que se meneaban con armonioso ritmo, haciendo mover levemente la cama, manoseos en cualquier región de los desnudos cuerpos, al igual que los besos e incluso las mordidas… Ahí estaba Victoria, con los senos danzando de arriba abajo.
- Por qué... - insistía aún sin estar convencido de la cruel verdad.
¿Cómo era posible que alguien tan hermosa con un rostro inocente pudiese ser capaz de la mayor de las traiciones? ¿Cómo era posible que - de entre tantos destinos surtidos - el suyo tuviera que estar en la lista de los maldecidos? No podía creerlo, no quería.
- ¿Por qué, Victoria? Yo siempre te amé… te amo… ¿Por qué? - insistía angustiado y acorralado por sus propios pensamientos y palabras.

Pasaron las horas; 11 pm, seguía con los ojos hinchados de la furia, el llanto, la amargura...

Pero había algo que Victoria no sabía, o quizá sabía y había aprendido a esconderlo muy bien bajo esa mirada de inocencia; Bernardo la amaba, la había amado siempre, incluso cuando se acostó con la prima de su mejor amigo, la amaba incluso cuando había llevado a Patricia a su apartamento para luego cumplir la promesa de lo prohibido; La había amado incluso cuando juró amor a Karina... la amaba incluso detrás de su cortina de tentaciones, infidelidades y otros detalles más, minucias que hacían de su amor el más puro y fuerte de todos, detalles que de seguro Victoria había sospechado, o en el peor de los casos, llegado a conocer, aunque quizá ignoraba que Bernardo, igual que como esa vez en que una cita a ciegas le condujo al éxtasis, la amaba.. Victoria quizá ignoraba eso.

Y lo peor era que, Bernardo ignoraba que Victoria no lo amaba, intentaba darse excusas para perdonarla, para justificarla, le daba los mismos motivos que se había dado a él mismo para saborear ese pecado; Que las relaciones no son perfectas, que el amor perdura, pero que las tentaciones vienen, que el pecado se hace como por sí mismo y por arte de magia, y que después del arrepentimiento y del juramento de no volverlo a hacer, erramos nuevamente.

Todo, todo lo armaba como un imposible rompecabezas en su mente, siempre fracasando, quedaba ensimismado y con aire ausente, con la mirada prendida en cualquier lado, menos en la realidad. No dejaba de darse excusas para quedar inocente, el rompecabezas - por cada vez que intentaba armarlo para comprender el karma que le había tocado - quedaba cada vez más intacto, y más difícil de armar, las piezas no encajaban, y aunque la amaba, la amaba mucho, ignoraba que ella lo había olvidado, y lo había reemplazado por el amante. Y ahí quedaba, intentando comenzar de nuevo: "Lo hizo por que se dejó llevar por la tentación, como yo lo hice, pero no por eso dejó de quererme, me ama, seguro me ama como yo a ella..." Y siempre encontraba un punto en el que nuevamente, una pieza no cuadraba... y lo que no sabía era que esa pieza que no hallaba encajar, era aquella que lo hacía ignorar que Victoria ya estaba lejos... que ya no lo amaba

- Pero no entiendo... por qué... por qué...- insistía aún después de estar tendido sobre la cama por horas.


4am; Bernardo seguía intentando comprender todo y armar el rompecabezas... y esta vez lo que no sabía era que no conseguiría dormir hasta la tarde siguiente.
* Derechos reservados

martes, 15 de enero de 2008

Adiocito corazón



Me voy de santa Cruz, me voy después de huír de la realidad y entrar en la fantasía de la risa, el hocio y placer. Me divertí mucho en ese tiempo que a un principio me parecií largo y que ahora me huele a insuficiente. Nunca olvidaré lo hermosa que es Santa Cruz, y lo peligrosa que puede llegar a ser.


Me encantó estar con mi familia, conocer amigos, poder compartir y vivir nuevas experiencias. Hay cosas de las que me arrepiento, es cierto; Pero puedo decir que me gustó estar aquí.


Así como en mi tierra dejé muchas cosas al venir, ahora dejo en esta ciudad muchas cosas bonitas - preciosas y valiosas de mi vida; Acá dejo mucho cariño, amor, y muchas cosas que me cargan de felicidad, y me voy con la promesa de volver pronto.


Ahora debo volver a la rutina, al estudio y el trabajo, a los quehaceres del hogar; Y lo que no deja de latirme como un hecho irónico es que llegué a extrañar esa vida, la rutina, el estudio y el trabajo, lo extrañé.


Bien, vida normal.. ¡Allá voy!

jueves, 10 de enero de 2008

Tu ausencia embalsamada



Te vas

Me dejas abandonado

Te pierdes en el horizonte

Llevándote mis besos, mis promesas, mi escencia;

Mi alma entera


Te esfumas vida mía,

Me encierras en versos escupidos,

Me quemas en llamas de tormento,

En una prisión de lamento y soledad,

Donde me persiguen y acorralan mis miedos.


Te vas

Sin darme un beso

Me dices adiós

Sin sostenerme en el abrazo


Mientes... "No puedo seguir más"

Pero sé que me amas como yo te amo

¿Por qué te vas?

Me dejas con fantasmas

Con el peso de mi locura,

Y el filo de mi furia...


te vas amor..


Te vas

Una gota de agua dulce



Hablaba de Santa Cruz, y de lo que veía en la mayoría de la gente, de su preferencia por la vida de lujuria, fiestas y celebraciones.

Pero también hay - aunque en reducidas cantidades - gente que prefiere la cultura, la aventura de adentrarse a lo desconocido y dejarse llevar por la curiosidad hacia nuevos horizontes que les ofrezcan mejores opciones, y cuando me refiero a mejores quiero decir: Productivas, constructivas, positivas, sólidas.


Un ejemplo de ese tipo de persona, y lo digo con mucho orgullo, es un muchacho que recientemente conocí; Eduardo. Un chico atento, gracioso y sobre todo, curioso y ágil. Lo que más me agradó de su persona fue sin duda su gusto por las letras - y por lo que también pude observar - la política.


Me decía que eludía a la mayoría de los muchachos que conocía por que - y eso es cierto - la mayoría solo habla de "parrandear". Espero poder toparme con más gente como él; Que sean amables, atentos, graciosos, cultos, curiosos y saludables.


Cuando retorne a Santa Cruz después de regresar a mi ciudad, Eduardo será el primero de los amigos que tengo aquí al que llamaré; Por que sabré que con él podré llevarme bien; Y claro! Le traeré una copia de mi libro autografiado.

viernes, 4 de enero de 2008

La ciudad de los anillos



En Santa Cruz las cosas son muy distintas de donde yo vine. Desde ya el clima es otro mundo; Caluroso y húmedo, como si el aire tuviese una masa pesada que cae sobre tu cuerpo. Tu piel no deja de sudar, ni de pedir algo helado que pueda refrescarte. La gente usa ropa muy liviana, por lo general son agradables pero en momentos pueden llegar a ponerse demasiado susceptibles, y a muy temprana edad ya despiertan un cuerpo desarrollado; Y no solo eso, sino que su comportamiento es más tosco, vulgar y en cierto modo agresivo. Les gusta ser los propios dueños de sus reglas, algo comúnmente bueno - motivo por el que son autónomos.


Los niños no son como los que conocí en mis tierras... a sus tan solo ocho años ya empiezan a tratarse con "Mierda, cararjo, cojudo.." y diversidad de disparates. En lo que a la familia concierne, por lo general no hay el mismo tipo de trato hacia los padres que el de mi ciudad, no en su mayoría. Suelen verlos no como una autoridad que debe ser respetada todo el tiempo o como un super YO, más bien como un simple ente de sustento que le gusta mandonear. Pero aún así suele haber gran cariño en las familias; llego a suponer que ya acostumbrados a esa manera de vida, no lo ven como algo malo, sino como algo más liberal y fácil de manejar, por que en cierta manera lo es. Son más clasistas, la mayoría de ellos, eso no lo puede negar nadie. Aunque algo muy particular y propio de su forma de ser es su acento, el tan famoso acento camba; Una manera más floja, rápida, fluída y graciosa de hablar, acompañada de modismos tan únicos que siempre contagian a cualquiera (y no me hago la excepción). El acento del camba demuestra su clara alegría por vivir, su rutina de fiestas, de lujuria y fantasía; Su especialidad en el mundo de la moda, del espectáculo y la farándula; Pero así mismo, el camba tiene una enorme debilidad frente al duro trabajo, al arduo sufrimiento y al constante sacrificio, cosa que de donde vengo, es muy común.

Tienden a preferir una parranda a tener que quedarse en casa a limpiar, tienden a ser más vulnerables ante tentaciones que para ellos no representan ningún peligro. Pero aún así, el camba es camba, y tal y como todos en el mundo, tienen su forma de ser, de vivir, y eso los hace siempre únicos.


Sus calles muestran una historia similar; Llenas de restaurantes, parques, boliches y discotecas, centros comerciales, tiendas de autos, todo tipo de lugar para poder darse una vida dedicada a las compras, a las bebidas, o a simplemente gastar el dinero.

De noche, las luces iluminan por completo toda la ciudad de los anillos, decoraciones y letreros dislumbrantes. La gente se anima a pasear por las praderas, por los parques.. la vida nocturna abunda como en pocos lugares del mundo; En las noches, Santa Cruz es la reina.


También presenta muchos peligros, dado por el mismo hecho de que es toda noche es perfecta para la fiesta ideal.. lo es también para quienes gustan de robar, lastimar, o en el peor de los casos, matar. Por eso todo camba debe saber cuidarse, y la mayoría del tiempo andan en grupos, rara vez solos.


No obstante, es un hermoso lugar para vivir, siempre y cuando uno sepa "convivir, subsistir, y sobrevivir". Por que en Santa Cruz... todo puede pasar, y solo los que sepan dividir su vida en porciones justamente repartidas para la diversión y para el trabajo podrán tener una vida buena y digna, el resto, simplemente se lamenta con el tiempo, ya cuando de poco o nada sirve el arrepentimiento por no haber tomado más en serio su vida.


Califico - como conclusión, a Santa Cruz como un "Enorme parque de diversiones, de negocios y de regocijo, donde se puede triunfar, pero así mismo perder, y perder en grande"